Sharise, tiene 19 años. Cuando tenía tan solo quince, sus padres la corrieron de su casa.

Desde entonces, terminó en un refugio para personas sin techo, y al no poder conseguir trabajo por falta de papeles, comenzó a ganar dinero como prostituta.

Cuando fue arrestada por el presunto asesinato del hijo del senador Townsend, Sharise ya contaba con ocho arrestos previos, uno por agresión, otro por agresión agravada, tres por sustancias peligrosas… Drogas y tres por prostitución.

Gracias a la hermana mayor de Sharise, Tonya, quien contrata para ayudar a su hermanita (A quien por cierto, llevaba bastante tiempo buscando) Este caso llega a manos de dos socios abogados que tiene su firma especializada en homicidios.

Uno de los socios es Duane Swisher, un ex miembro de la FBI que actualmente está bajo una investigación, pero ahora ejerce como abogado. La otra socia es Erin McCabe, una abogada defensora criminalista transgénero.

Después de escuchar la versión de Sharise, quien alega que todo fue en defensa propia. McCabe y Swisher deciden tomar su caso y ayudarla a evitar la pena de muerte.

Sharise no sólo está en la cárcel, además, está en una cárcel de hombres, un lugar al que no pertenece. Sin embargo, la ley no quiere hacer nada para protegerla.

Ambos socios saben a quién se enfrentan y el cuidado que deben tener, pues están conscientes de lo influyente y corrupto que es el senador Towsend y las muchas influencias y contacto que tiene para poder tirar el juicio. 

Esta parte de la trama se ve combinada con la vida personal de la socia Erin McCabe. Quien después de su transición, su vida se volvió un tanto solitaria. Se divorcio, sus amigos desparecieron al igual que su familia.