Lin vive en la isla imperial. Tiene 23 años y casi siempre tiene la extraña sensación de que su vida es un eterno examen. Pues no recuerda nada y la única forma de conseguir que su padre la acepte y la preparé para suplantarlo de su cargo, es contestando a sus preguntas. Volviendo a sus recuerdos que desaparecieron por una enfermedad que la ataco cuando era una niña, junto con el hijo adoptivo del emperador, Bayan, quien compite con Lin por el mismo puesto. 

El embajador se encarga de proteger al imperio creando constructos. Son una especie de alebrijes que algunas veces tienen piezas humanas, pero casi siempre están construidos por partes de animales. Toman la energía y la vitalidad contenida en las esquirlas de huesos que llevan dentro de su cuerpo, con ordenes escritas en ellas para proporcionarles determinación y leyes.

Estas esquirlas de hueso son sacadas de la oreja de los niños y recolectadas, cada tanto en el diezmo. Lo que puede ser fatal para los niños y conducirlos a la muerte. Así que muchos niños no regresan de este procedimiento. Cuando la esquirla es empleada en algún constructo y está en uso, puede jalar mucha energía vital llevando al donador de la esquirla a un constante cansancio o incluso a una muerte prematura. 

A pesar de todo el riesgo, el diezmo se lleva a cabo para poder construir estos constructos que se encargan de “Velar por la seguridad del imperio”. Son tan efectivos como cualquier ejército. 

En estricta teoría, y a pesar de que el enemigo “Los Alanga” llevan muchos años sin aparecer para intentar recuperar el imperio, el emperador está siempre construyendo constructos para hacerles frente.  

El emperador gobierna por medio de representantes, distribuye todo su poder y sus órdenes a sus cuatro constructos:

Ilith, el constructo de espionaje.

Ufilia, el constructo de comercio.

Mauga, el constructo de burocracia. 

Tirag, el constructo de guerra.

Con estos cuatro constructos el gobernador se apoya, o más bien delega para hacerse cargo de todas las islas del imperio y saber bien lo que pasaba dentro y fuera del palacio.  Sin embargo, la autoridad está flaqueando, y hay una rebelión a la vuelta de la esquina. 

Los sin esquirlas quiere derrocar al emperador y están atacando poco a poco. 

Andrea no dejó de sorprenderme. A pesar de lo que dice la sinopsis, la historia va más allá de Lin, la hija del emperador que lucha por su lugar como heredera. 

Andre S. optó por un estilo de narración poliédrico. Donde en cada capítulo es narrado por diferentes personajes que ofrecen un enfoque de la historia de lo que está sucediendo en ese momento en el imperio, pero en el lugar y circunstancia en el que cada personaje se encuentra.

Considero que la autora le da un poder increíble a sus personajes para llevar al lector a través de la historia y narración de cada uno de ellos. Fui jalando de un hilo en cada uno de ellos, para poder descubrir qué está pasando en realidad en el imperio. 

Otra participación, aunque quizá no tan grande, pero no menos importantes, es la del personaje de, 

C O M E N T A R I O S 

Es cierto que al final de este primer tomo quedan bastantes cosas sin resolver. Y muchas dudas: como lo que paso y por qué que se termina hundiendo la isla. Quiénes son a detalle los Alanga. Cómo ganaron la guerra desde un inicio. Que papel desempera Arena en todo esto. 

Es un libro que al ser el primero, ciertamente se vuelve un poco introductorio, y sin embargo a mí no me pareció para nada pesado, todo contrario. Me vi bastante enganchada en la historia desde el principio. Intentando ir colocando las piezas que la autora nos iba dejando. Este libro deja la puerta abierta de un worldbuilding increíble que tiene muchísimo por dar.  

Me encariñe mucho con los personajes, sobre todo con Jovis y Mefis, y disfruté mucho de la historia de amor-no amor - situación difícil entre Ranami y Phalue, me gusta el contraste entre ambas y la vez disfruto de su pared imaginaria que las retiene para poder amarse a sus anchas. 

Es un libro que tiene mucha acción, y varios plot twist que me dejaron con la boca abierta, aún no me repongo de ese capitulo 35. Estoy bastante ansiosa por leer el siguiente libro.